uhmm, can you tell me what exactly a black hole is? or what iy does? thanks, just really confused and curious on how it actually works.
Fanfiction
[A/U] Va a suceder un ecplise total y Sesshomaru guía a Rin a un lugar para poder verlo suceder. Pero también sucede algo inédito: Sesshomaru dice algo que arroja luz sobre el futuro.
Rin estaba esperando en la facultad a que diera la hora indicada. Nunca lo admitiría, pero estaba muy emocionada. Era la primera vez que tendría un evento así en su vida. De hecho, había leído al respecto cuando era pequeña: en su libro de geografía decía que el próximo eclipse sería el 8 de abril de ese año y justamente donde ella se encontraba se vería completo. Cuando Sesshomaru le regaló unos lentes oscuros con filtros especiales para ver cosas súper luminosas ella estaba que no cabía de la emoción. Lo verían juntos. Era una "cita" de amigos.
O algo así.
Sesshomaru, a su manera, le había dicho que básicamente estarían juntos ese día. Cualquiera diría que sería una salida entre amigos. Pero era curioso, pues aunque sí habían empezado a salir más y ser cercanos... había momentos en los que Rin podía jurar que las intenciones que sentía en el aire iban más allá de una amistad. Lo notaba por la manera en que Sesshomaru la procuraba, la trataba, estaba al pendiente; él podría no decir mucho, pero sus acciones hablaban mucho más y no había error al respecto. Por ejemplo, una vez le prestó su chaqueta pues hacía frio, otra vez cargó su mochila, en otra ocasión la invitó a comer y pagó él. ¿Y como olvidar la vez que trajo un casco para ella y la llevó a casa en su moto?. Rin suspiró por el recuerdo. Se asomó por la ventana que iba de piso a techo que estaba a lado de la mesa que había escogido para terminar su tarea y... lo vió llegar.
Sesshomaru iba bajando de su motocicleta cuando Rin sintió su corazón dar un pequeño salto. Empezó a recoger sus cosas de la mesa y al poco rato una silueta alta se dibujó sobre ella. La mirada dorada estaba sobre ella, pero Rin mantuvo sus manos tranquilas. Usualmente temblaban cuando se le acercaba algún tipo con pinta peligroso, pero con él se sentía segura. Sonrió y acercándose tímidamente le dió un beso en la mejilla. Sesshomaru sonrió levemente.
-Hm.
-Llegaste temprano.
-Hay cosas que quiero hacer contigo antes.
¿Qué cosas? Le hubiera gustado preguntar, pero sabía (por ocasiones anteriores) que no respondería hasta que fuera el momento o que sus acciones respondieran por él. Así que sólo lo miró curiosa, tomó su chamarra y dejó que él tomara su mochila, como siempre hacía sólo con ella.
Ambos se dirigieron hacia fuera, donde ya había mucha gente esperando a que sucediera el fenómeno. Dentro de la Universidad había muchísimos espacios abiertos interconectados por un mismo sendero que recorría toda la Universidad. Empezaron a recorrer ese camino, y Rin asumió que tal vez caminarían hasta que encontraran un espacio no tan concurrido; a ninguno le gustaban mucho las multitudes.
Mientras caminaban, la pelinegra le empezó a contar su día: lo que había avanzado de su último proyecto, lo que estaba planeando para ese fin de semana con sus amigas y él la escuchaba. Ella gesticulaba con sus manos y casi todo su cuerpo. Internamente a Sesshomaru eso le causaba gracia, aunque nunca lo admitiría.
Pronto Sesshomaru puso ligeramente su mano en su espalda y le dirigió hacia un camino que ella desconocía. Cruzaron un portón con enredaderas en el punto más bonito de la primavera con todas sus flores blancas abiertas e ingresaron a otra facultad que Rin no atinaba a identificar.
-Wow, no conocía este camino. Que bonita entrada tiene. ¿Es como un atajo?
El joven hombre movió levemente la cabeza. -Vale...- Ella prosiguió con su cháchara y él siguió caminando a su lado.
Pasaron jardines internos, algunos salones con pintas de laboratorios y estancias muy amplias con muchos aparatos. Parecía la facultad de...
-Física. Es la facultad de Física- le dijo él como si hubiera leido la mente. Ella se sonrojó y asintió, mirando curiosa todoa alrededor hasta que cruzaron unas puertitas no muy llamativas y llegaron a un amplio jardin con jacarandas y arbustos pequeños. Se sentía fresco y tranquilo el ambiente. Había por ahí otras personas con batas y tenían unos filtros oscuros en sus manos con los cuales miraban el cielo de tanto en tanto.
-Es aquí.
Rin estaba fascinada con el lugar y sentía que había algo nuevo en el ambiente... miró al piso y vio que las sombras de las hojas de los árboles tenían una forma curiosa. -¡Son medias lunas! ¡Mira Sesshomaru!- se emocionó tanto que se apoyó en él pues había tropezado de la sorpresa. Él la sostuvo y asintió con una leve sonrisa. Mientras Rin tomaba fotos por aquí y por allá, Sesshomaru sacó los filtros que llevaba en el bolsillo, y cuando Rin se acercó le dió uno.
Sesshomaru sabía que no faltaría mucho para que empezara a oscurecer más. Lo sentía con lo frío que se iba poniendo alrededor y notaba como Rin se frotaba de vez en cuando los brazos. Le colocó su chaqueta encima y ella sonrió agradecida. Decidieron sentarse en un pequeño espacio que se veía esponjoso por el pasto y al poco rato Rin se acostó. Empezó a contarle sobre lo que sabía de las estrellas, lo mucho que le gustaban las enanas rojas y que clase de nombre le gustaría tener si fuera una estrella.
-No puedes ser una estrella- dijo de pronto Sesshomaru. Rin se quitó el filtro y lo miró extrañada.
-¿Por qué no? Son radiantes y tienen mucha energía.
A su alrededor todo empezó a oscurecerse y las personas que estaba un poco más allá empezaron a hablar con emoción y asombro.
-¿Por qué no puedo ser una estrella?
Sesshomaro la miró y Rin podría jurar que vió sus ojos más brillantes de lo que habían estado en todo el día.
-Por que las estrellas no tienen novio.
-Oh.- Rin había esperado todo menos esa respuesta. Al principio no le encontró sentido, pero después se empezó a sonrojar un poco. Y luego más y más hasta que agradeció la penumbra que era cada vez más oscura, pues podía esconder su bochorno. ¿Acaso eso significaba que...?
-Esta sucediendo- escuchó la voz de Sesshomaru y entonces miró de nuevo al cielo con el filtro. Soltó una expresión asombrada. La vista era preciosa. Entre las nubes juguetonas se podía vislumbrar una especie de anillo que de pronto desapareció y luego tuvo un momento de silencio. Fue como si la Tierra contuviera la respiración. Y luego... un destello de luz. La Tierra soltó un suspiro. Y todo empezó a cobrar color con la luz que iba recuperándose poco a poco.
Rin estaba embelezada con lo que veía que apenas sintió la cercanía de Sesshomaru. Se sobresaltó cuando él tomó gentilmente una de sus manos y la hizo mirarlo.
-No puedes ser una estrella aún, porque las estrellas no tienen novio.- le respondió. -Ellas están con Reyes.-
Así que... ¿estaba recitándole un poema o algo? Rin estaba un poco confundida porque aún estaba procesando que había visto el primer eclipse de su vida y había sido una experiencia totalmente hermosa, así que no entendía muy bien lo que Sesshomaru decía... y estaba diciendo más palabras de las que usualmente decía. Seguramente Sesshomaru vió eso en su mirada y prosiguíó.
-Es mi deseo que seas una estrella, pero si lo eres ahora no tendría permitido ser tu novio. Permíteme ser tu novio para poder ser rey y...- besó el dorso de la mano de Rin-...Cuando te conviertas en estrella me honraría ser el rey con quien brilles en todo tu esplendor.
Rin no estaba segura de si esto era lo que se trataban las declaraciones de amor o tal. Pero algo dentro de ella estaba bailando como una flama ardiente que era avivada por el viento que soplaba en su dirección. Esa mirada dorada no la intimidaba ni la sentía agresiva; sin embargo la sentía lo sufucientemente noble y fuerte para no dejarla ir.
Rin sabía que no necesitaba responder. Extrañamente, contrario a lo que le habían dicho sus amigas, no sentía la necesidad de responder un sí o no. Cerró sus dedos alrededor de los de él y sonrió. -Entiendo- dijo mientras asentía levemente con la cabeza. -Entiendo a qué te refieres...- ella empezó a acostarse sobre su costado, mirándolo, invitándolo a hacer lo mismo. Él la siguió.
Se miraron por un rato más en silencio, ella sonriendo y él con sus ojos brillantes mientras la luz del sol volvía a pintar ese pedacito del mundo y lo llenaba con la calidez primaveral cuando ella le murmuró
-Cuéntame cómo es el Rey en el que te estás conviertiendo...-
El peliplateado sonrió ligeramente y entrelazó su mano con la de ella. Tendrían mucho tiempo para hablar y poder constuir pequeños momentos que a la larga los llevarían a ser el Sol y el Rey que querían estar con el otro. Por un largo, largo tiempo.
Este es una story muy especial para mi, pues ansíaba hacer un pequeño homenaje a Sesshomaru, mi primer amor en el anime y en el fandom de Inuyasha :)
¿Es eso a lo que llamamos amor incondicional?
Por otro lado, me sentí un poco oxidada mientras lo escribía. Me tomó como dos semanas sentarme a escribirla porque sentía que no captaba del todo la escencia de Sesshomaru. Hacía tanto que no lo visualizaba, es tan... frío pero también tan determinado. O así lo recordaba. Ja.
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[A/U] Bleach
Rukia está teniendo un momento difícil. ¿Cómo le puede decir a Ichigo que lo quiere pero que no quiere estar cerca de él por un tiempo? Escribir un mensaje a veces toma más tiempo de lo que deseamos. Reflexionar sobre cómo pedirle algo a tu pareja no es sencillo, y menos cuando es la primera vez que lo haces.
Cuando iba de regreso a casa, Rukia miraba el teléfono mientras caminaba. -¿Cómo le digo...?- murmuraba bajito para sí.
Era tarde y regresaba de su trabajo como de costumbre. El ambiente húmedo y frío de mediados de septiembre susurraba que el otoño y la nostalgia llegarían pronto. Aún así, aunque el clima se sentía tranquilo, ella se sentía rara. Sentía que algo extraño iba creciendo en su pecho, como un mal sentimiento: como cuando te quedas con ganas de decir algo pero no quieres decirlo. Conocía bien esa sensación. Era la misma que daba preludio a sus ganas de alejarse de todos y todo.
Y unos pensamientos no la dejaba en paz: Estoy mejor sola. A nadie le importo. Sentía que debía de poder con todo por cuenta propia.
Quizás la palabra que la definía era: desolada. Y quizás todo lo que había estado sucediendo tenía que ver: entre su nuevo trabajo, los últimos proyectos de la universidad que habían ganado beca y que ella e Ichigo habían empezado a salir sentía que estaban sucediendo demasiadas cosas en muy poco tiempo. Sentía que se estaba perdiendo, que se ahogaba en todo eso que no dejaba de sentir pero que no había podido expresar.
Que tonta, pensaba. Tenía un buen trabajo, un gran lugar en su universidad y un novio que la quería. Debía de ser feliz. Entonces, ¿por qué no era feliz?
-Algo debe estar mal conmigo- se mordió el labio antes de parar y mirar al cielo. Seguía sin encontrar las palabras para el mensaje que le escribía al pelinaranja. Porque, muy en el fondo, quería creer que él la escucharía. Sonrió irónica. No es como si por ser su novio él tuviera que encargarse de su mierda o todo lo que estuviera sintiendo. Volvió su vista a las pocas frases sin sentido que había escrito. Más bien... quería creer en que esta vez no tendría que alejarse si las cosas no resultaban.
Soltó el aire que había estado reteniendo sin darse cuenta.
Por ahí había leído que las cosas se solucionan hablando, no dejando de hablar. Miró hacia lo que le restaba de camino. Un poco de esperanza surgió en el centro de la oscura soledad que le arañaba el alma. Respiró.
-Llegar a casa. Luego, tomar un baño. Luego cenar y terminar de redactar...- enlistó las cosas que haría. Ese había sido un consejo de su terapeuta aka mejor amiga Orihime. Y funcionó. La ola oscura en su interior se quedó quieta, dejó de crecer. Aunque Rukia no creía tener derecho a sentirse así, tampoco quería mantener ese comportamiento que la había hecho asidua a aislarse. Aunque no se sintiera capaz de estar para alguien en este momento, no quería dejarse a si misma ir por el agujero negro que se alimentaba de cada mal pensamiento.
Guardó el celular y apresuró el paso. Le gustaba el clima nublado, pero sospechaba que podría ser un factor en su incipiente malestar interno. Entre más pronto en casa, mejor. Pensó en la calidez de su interior y la comida que Ichigo le había traído unos días antes. "-Sé que no cocinarás nada mientras no estoy, enana. Ten. Para que no mueras de inanición.-" Sí, sonrió con el recuerdo. Definitivamente la esperanza de que él la escuchara se instaló en su pecho y sus pasos se hicieron más rápidos hasta que empezó a correr.
...
Dos horas. Llevaba dos horas sentada frente a la pantalla y seguía sin poder escribirle a Ichigo.
Anque la cena y el baño le habían hecho maravillas, aún no encontraba las palabras adecuadas. Llegó a pensar en llamarle y acabar con eso rápido, pero no quería ser inoportuna mientras él estaba de práctica de campo. ¿Y si le mandaba un audio, una voice note? Eso habría sonado bien si no fuera porque, si se conocía, sabría bien que terminaría divagando sobre mil cosas antes de decirle a Ichigo que necesitaba espacio.
Wow, bueno. Lo dijo. Al menos ya se lo había podido admitir a si misma primero. Eso era bueno, ¿no?.
Aunque sabía que contaba con buenas amistades, no les había querido decir tampoco. Sin caer en la desconfianza, no quería decirles porque no sentía que fuera lo correcto. Pero tampoco quería ignorar lo que sentía y pasarle la afombra de la indiferencia por encima. Ella quería hacer las cosas diferentes: aprender a quedarse y hablar. Había estado trabajando en eso con su hermano, Byakuya. Aunque no fuera la persona más afectiva y asidua a las palabras de afirmación sentía que había empezado a ser más abierta. Pero una cosa era ser cercana a alguien como una pared como lo era su hermano y otra muy distinta el serlo con Ichigo que podría compararse con un solecito: le encantaba sentir cerca su calor pero demasiado sentía que se quemaba.
Joder. ¿Quién dijo que recablearse y hacer las cosas diferentes sería sencillo? Quien hablaba de amores bonitos, sanos y sencillos omitió graciosamente lo difícil que era empezar por una misma.
-¡Ah!- se tiró en el sofá, dejando caer sin cuidado el celular al piso. ¿Por qué era tan difícil?
Empezó a pensar sobre lo que quería.
No quería sonar muy dramática, pero tampoco sonar como si fuera un tema más. No quería dar la impresión de que se estaba echando para atrás en la relación, porque claro que él le gustaba muchísimo y quería seguir estando con él. Pero necesitaba como un tiempo fuera. Sólo que no quería que se interpretara como el típico momentum incómodo de "no eres tu, soy yo", que aunque fuera cierto esa frase de por sí sonaba como excusa.
-Que fastidio. ¿Realmente es buena idea el mandar msn? ¿No es algo muy cobarde?- estiró su cara con sus manos -¿Y si mejor no le escribo y me espero a que regrese?- dudó un momento. -No... al final guardármelo no serviría de nada. Más vale avisar que irme como siempre...- Miró por la ventana que detenía las gotitas de la sutil lluvia que había empezado. Suspirando con fuerza, cerró los ojos y murmuró para darse ánimos: -Todo saldrá bien. Sólo dile, sólo escribe y ya.
Los siguientes minutos rehizo y cambió las oraciones de lugar. Diez minutos después estaba dando vueltas en su sala arreglando algunas faltas de ortografía y poco más tarde estaba viendo la tele con el celular a un lado, con el mensaje aún sin enviar. Se preguntó si habría acertado en el tono del mensaje, pues había recordado que un mensaje calaba más el cómo se dice que lo que se dice en sí.
Miró sin ver la serie que había puesto en Netflix y en un momento de fugaz valor distraído le dió enviar.
Sintió un hueco en su estómago al momento de hacerlo, pero también un gran alivio que le hizo darse cuenta lo tensa que había estado. Estaba hecho y esperaba que todo saliera bien. Pensó en la Ley de Murphy: pasaría lo que fuera a pasar y estaba bien con eso. De alguna manera sabía que todo estaría bien.
Pero, en cuanto lo envió, se fue la luz. Afuera la lluvia se había intensificado y hacía juego con la tristeza incipiente en sus ojos. Aunque no le gustaba pensar en ello, le habría gustado ver el momento en el que las dos palomitas del mensaje se volvían de grises a azules. Lamentaría no poder ver si Ichigo lo leía o si le respondía algo. Vio la señal de cobertura en su teléfono que decía "sin señal" y sabiendo que no cambiaría por mucho que la viera se fue a dormir.
...
Abrió los ojos. Todo estaba despejado: su cabeza y el cielo. Se sentía mejor. Se dio cuenta de que en algún punto de la noche regresó la luz en cuanto prendió la tele y se puso a hacer el desayuno. No se sentía tan triste. De hecho se sentía mas tranquila. Se acordó del mensaje enviado y corrió a ver su celular. No tenía notificaciones, pero tampoco había señales de que Ichigo lo hubiera leído. Caminó algo aliviada y distraída. Pero también estaba algo molesta, se dió cuenta mientras comía su pan tostado. ¿Tanto trabajo para escribir ese mensaje y que aún no lo hubiera visto? En eso, como convocándolo con el pensamiento, entró una llamada de Ichigo.
-Buenos días, Enana. ¿Pudiste llegar a casa anoche o te tocó nadar?- Se escuchaba contento, algo preocupado por saber de ella pues había visto en las noticias que la lluvia había sido torrencial y tal. Rukia rió y le contestó sarcástica que la lluvia no le hacía nada a las chicas guapas, pero en el fondo se extrañó. ¿La estaría evadiendo? ¿Habría ignorado su mensaje? Tal vez no había sido buena idea haber enviado eso, pensó y se achicopaló poquito.
Después de un silencio de su parte Ichigo percibió que algo no iba bien y le preguntó si todo estaba bien.
-Si, todo bien.- Rukia se fastidió consigo misma porque su voz había sonado molesta y cortante. -Bueno, algo así. No es importante, bueno, algo. Pero pensé que dirías algo del mensaje que te envié...- pudo terminar por fin. Dioses, se sentía otra vez como anoche y no era bonito.
-¿Que mensaje?- preguntó él. Genuinamente, pensó, se escuchaba sorprendido y extrañado.
-Es... un mensaje largo- dijo ella. -Pero no importa.- Rukia se fue a su chat con él y vió que seguían las palomitas en gris. -De hecho creo que es una tontería, no debería de haberlo enviado. Olvídalo, mejor lo borraré...- Y se negó a seguir hablando eso, pero Ichigo le respondió rápidamente con una imagen en el chat.
-¿Qué? ¡No! Espera. Mira,- le había enviado una SS, -no tengo algún mensaje nuevo tuyo, pero me interesa saber qué decía.-
Rukia vió la pantalla de Ichigo que tenía la conversación que habían tenido antes a excepción de ese mensaje. Desvió la mirada hacia la ventana, mordiéndose el labio. Tenía tantas ganas de cambiar el tema de conversación pero ahora la caja de pandora se había abierto y sabía que sólo podía seguir adelante. Sabía que Ichigo era muy cabezota y podría terminar yendo con ella en ese mismo instante sólo para que le dijera qué decía en El Mensaje. Pero también sabía que Ichigo genuinamente no lo había visto y no era su culpa. Sonrió poquito.
-Me interesa y me interesas.- agregó él como siempre hacía cuando estaban en persona y ella desviaba la mirada. Ella sonrió más. -Cuando vuelva estaré para ti. Digo, estoy ahorita, ¿no? Pero quiero saber qué querías decirme. Si fue importante para ti escribirlo, es importante para mi leerlo.
Rukia estaba sintiendo algo extraño. Se sentía bien, pero era raro. Pero prefería quedarse con que se sentía bien.
-Orihime me ha dicho muchas veces que las cosas se arreglan hablando, no dejando de hablar. Y creo que esta es una de esas. No se si hice algo mal...- Ichigo guardó silencio, esperando una respuesta de la pelinegra que confirmara eso, pero al obtener sólo silencio siguió con tanto cuidado como era capaz -...pero quiero que sepas que no te voy a dejar salirte con la tuya. ¿Okay?- Rukia rió.
-Esta bien, idiota.-
-¿Quieres contarme ahora o prefieres a que sea en persona cuando regrese...?
...
Un par de días después se encontraba abrazando a Ichigo en la estación de autobuses. O mas bien él la abrazaba a ella y la levantaba en el aire. Le gustaba por fin verlo y poder tocarlo. Dios, sí lo había extrañado. Todos esos pensamientos de tormentas anteriores se desvancieron y disiparon un poco más en su mente, pero la incomodidad inicial aún seguía ahí en el fondo, la podía sentir.
Después de tontear un rato y darse a su manera los típicos mimos de novios recién reencontrados, caminaban de vuelta al departamento de ella. El silencio que se instaló no era incómodo, pero claramente se sentía diferente y Rukia se empezaba a imaginar que llegaba un Chappy gigante y se la llevaba en volandas. Lo que fuera con tal de no empezar esa conversación que le había parecido muy valiente cuando le propuso que mejor en persona. Y un cuerno. ¿Que estaba pensando? Ah, si. Se había hecho la valiente. Dioses. Quería irse de ahí.
-Si no quieres decirme está bien, pero...- Rukia interrumpió a Ichigo tendiéndole su celular que mostraba el mensaje. -O...kay...-
-Quería decirte... pero me tardé demasiado en ese mensaje como para que no lo leas (me tomó mucha fuerza de voluntad no borrarlo) y si te hablo voy a terminar enredándolo todo. Ten.- Lo miró. Y con una expresión entre súplica y sarcasmo terminó: -Por favor, no te lo tomes personal.- Ichigo la miró serio y asintió. Se quedaron ahí mientras él lo leía y ella se derretía por dentro. Jamás había hecho eso y se sentía trementamente horrible. Pero pensó que pronto terminaría y que ya fuera que Ichigo la mandara por un tubo o tal, ella se sentía exrañamente tranquila. Se repetía internamente: "No es algo personal, sólo es parte de mi y no quería alejarlo. Por eso lo escribí. Me gusta estar con él, sólo necestaba distancia."
Pero, en el fondo, esperaba que él no se fuera.
Ichigo leía y leía. La miraba de a ratos y sólo hacía preguntas para confirmar que había entendido correctamente. Cuando terminó Rukia se tensó. Listo, ya estaba. Tarara, era el final. Un final de septiembre en el que ella sentía que se quedaría sola de nuevo con unos brazos cálidos abrazándola. Un momento.
La estaba ¿abrazando? Lo último que quería era lástima o consolación de su parte. Ya iba a alejarlo de un golpe cuando él fue más rápido y le besó la frente.
-Ay enana. ¿Tanto drama para decirme que soy un pésimo novio? - ¿Qué? Eso no era lo que ella quería decir e iba a rebelarse y decirle que no cuando lo vió sonreir como siempre hacía cuando la mlestaba. -Ven, vamos. Primero hay que comer algo.-
-Idiota- ella sonrió y sólo lo siguió.
No mencionó más el tema en esa tarde, pero tampoco sentía que hubiera necesidad de hacerlo. Estuvieron pasando el resto del día juntos, comiendo como locos y curiosamente la incomodidad despareció y ella ya no tenía ganas de alejarse. Empezaba a preguntarse qué le hacía sentirse ta mal que tuvo que escribir ese mensaje.
Al final, cuando cada quien se iba a su casa, ella le detuvo un momento antes de despedirse y murmuró:
-Está bien si te vas a ir, o si no te vas a quedar, que viene a ser lo mismo. Lo único que pido es que me avises, me digas si te quieres ir o ya no quieres estar.
No lo miró a los ojos. No podía. Él se acercó y como si supiera de su dilema le dió un beso en la frente y luego en los labios. Luego, sin dejar de mirarla a los ojos le respondió:
-Rukia, me quedo. Todos tenemos problemas. No me voy a ir por que tengas problemas. No me quiero ir. Y...- se separó un poco de ella para mirar el cielo. Sonrió de lado, de la manera en que siempre hacía y la derretía por dentro -... y no hay nada en ti que me haga hacer lo contrario.- Se inclinó a su altura. -Te entiendo. ¿Hecho?
-No digas que no te advertí.- ella le dió un puñetazo, sonriendo bajito y sintiendo que esa incomodidad, esas ganas de irse muy lejos y probarle a todos que podía sola en su propio camino... se desvanecía. La incomodidad se hundía, pero la dejaba a ella nadando tranquila. Sentía que, por primera vez podía ser ella misma sin aislarse y sin alejarse.
-Tus advertencias son juegos de niños para mi, enana.- Le dió un último beso. -Pero hablando en serio, tómate el tiempo que necesites. Cero personal.
-Cero personal.
Ambos sonriedon y después de molestarse un poco más se despidieron.
En la noche, Rukia estaba a punto de irse a dormir cuando sonó la notificación de mensaje: era de Ichigo.
No soy bueno con las palabras, okay? Pero quiero dejar por escrito que me importas. No, no me voy a ir porque tengas problemas o porque sientas que estorbas. Primero, no estorbas, no mides más de metro y medio. Segundo, eres preciosa, endemoniadamente inteligente, demasiado risueña y ruda (que a veces me hace dudar que esa mezcla sea posible) y considerada, entre muchas cosas más QUE nunca diré en voz alta, pero me encanta. Me encantas. Y no lo pienso repetir. Pero siempre te diré lo mucho que me interesas. Repito: no me voy a ir y no me quiero ir. Así que, lamento informarte pero estaré contigo hasta el final. Descansa enana.
-Fresita tonta, descansa.
F I N
Notas de autora:
Me estuve debatiendo un buen rato antes de elegir a una pareja para este one-shot, je. Y en el proceso decidí también que me gustaría reflejar en estos escritos un amor bonito, sano, de comunicación afectiva efectiva, de esos que empiezan a existir cada vez más y más. Porque, ¿por qué no decirlo? No he aprendido en balde sobre amor y todo lo que con él hay en estos últimos cinco años.
Y hablando sobre las últimas veces que escribí quiero decir que, entre cada escrito que he hecho y hago, pienso en las todas las bellas personitas que me acompañaron en mis primeras historias. Reconozco que no fui la mejor cumpliendo encargos por escrito y pido perdón por esas palabras que prometí escribir y se quedaron sin plasmar. Sin embargo, admito que en el fondo de mi mente siempre tuve esa deuda pendiente tirándome del cabello de manera silenciosa. Así que no, no lo olvidé.
Creo que no tiene sentido tratar de recuperar el tiempo perdido haciendo algún escrito en especial como redención. En su lugar prefiero que cada escrito que hago sepan que es pensando en ustedes, desde el inicio hasta el final. Gracias infinitas desde este corazón de huracán 3
Un besito!
Prints drop Thu 28 NOV, 12PM (PT) 🎉
These ‘Dreamer’ pieces came from an idea I had about dreams being woven from these golden threads. On their own, these individual threads symbolised nothing but a passing thought. But woven together the threads form something strong enough to create the sequences that are our dreams. And it was this idea I loved, that these little sparrows spin these threads around us each night to build a nest in which we fall into and dream in.
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Soul Resonance!!
“My wish for you is that you continue. Continue to be who and how you are, to astonish a mean world with your acts of kindness. Continue to allow humor to lighten the burden of your tender heart.”
— Maya Angelou (via exoticwild)
Idealización #1 Romper con la idea de que existe el chico ideal me tomó algún tiempo, pero lo logré ♡ . La #salud de nuestro #corazón y mente es importante. Acudir a #terapiapsicologica es un gran paso de un camino que con el tiempo te dejará ver nuevos colores. . #terapia #ayudapsicológica #coachingontologicoprofesional https://www.instagram.com/p/Cf4lkmWv1cP/?igshid=NGJjMDIxMWI=
Sí si y mil veces, S I
I should be laughing or….? :D
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Now.
The timid fan-girl who loves to draw and write. ff.net Nerondy Nainfor
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